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El INSPI busca la Vacuna de Influenza apropiada para ecuatorianos.

Dr. Alfredo Bruno, responsable del centro de Referencia Nacional de Influenza y otros virus respiratorios del INSPI.

Debido a que el virus de la influenza es variable y cada año muestra importantes cambios, el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI), ha realizado una investigación con la cual se ha determinado las cepas de mayor incidencia en el país.

Alfredo Bruno, responsable del centro de Referencia Nacional de Influenza y otros virus respiratorios del INSPI, ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA que el virus de la influenza “tiene mucha variabilidad genética y cambia cada año. Por eso es importante vigilarlo para que la formulación de la vacuna esté de acuerdo con la cepa que está circulando en el país”.

La importancia de este estudio radica en que debido a que estamos ubicados en la línea ecuatorial es un poco difícil “identificar el comportamiento estacional del virus, ya que la vacuna que se elabora actualmente posee las recomendaciones de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)” y ellos definen la mejor, dependiendo de las cepas que estén circulando.

En algunos países “están muy bien definidas cuáles son las cepas y el período de circulación viral. En cambio, nosotros que estamos entre los dos hemisferios se nos complica decidir qué cepa utilizar, la del hemisferio norte o la del sur”, ha detallado Bruno.

El tipo de influencia de mayor incidencia en el Ecuador es la A con los subtipos H1N1 y la H3N2. “Ésta última tiene mucha variabilidad genética y cambia año a año y es importante vigilarla para que la formulación de la vacuna esté en concordancia con la cepa circulante”.

De la influenza B, “en el país tenemos principalmente dos linajes: el B- Victoria y B-Yamagata y según éste estudio, desde el 2013 al 2016 tuvimos mayor circulación del primero, a pesar que las últimas semanas ha circulado el segundo genotipo”, ha detallado Bruno.

Para el investigador, este tipo de estudios “nos van a permitir proporcionar a las autoridades una mejor toma de decisiones en base a información científica sustentable y a decidir qué tipo de vacuna administrar a la población (trivalente o tetravalente)”.

Bruno ha reconocido que “vamos a estar un año atrás del comportamiento del virus. Lo tenemos identificado pero tenemos que ver cómo se comporta y eso es un poco difícil de predecir”.

No obstante, el experto ha precisado que la última inmunización que se ha administrado a la población ha funcionado “perfectamente” y ha insistido que por la variabilidad es necesaria la vacunación anual, especialmente a los grupos prioritarios.


 

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